Este fin de semana y como veis en las imágenes, un compañero periodista de la CNN, Omar Jimenez, fue detenido en directo mientras informaba de las revueltas en Minneapolis. Mientras él y su equipo pedían explicaciones la policía se limitaba a reducirlos y llevárselos detenidos por un delito muy grave al parecer: informar.
Podéis pensar: «Estás exagerando, el caso que nos cuentas es en Estados Unidos y la prensa y la administración de Donald Trump no se llevan precisamente bien», pero la realidad es que con la crispación actual de nuestro país y los enfrentamientos entre «cayetanos» y «fans del coletas» también hay compañeros que han sido increpados o no se les ha dejado hacer su trabajo.
Antes el periodista que arriesgaba su vida era el que informaba en territorios en guerra, pero ahora puede ser peligroso hasta en países democráticos solo por el hecho de contar una verdad que pueda hacer daño a ciertos lobbies (grupos de presión) o partidos políticos. En el caso de España, el periodismo debe ser vital en este momento, tenemos un gobierno que no está siendo del todo transparente, una oposición desleal incapaz de arrimar el hombro, nuevos datos de los virólogos sobre cómo funciona el Covid, etc.
El político Patxi Lopez terminó el otro día la discusión entre Pablo Iglesias y miembros del partido de Vox con la que me parece la mejor frase de la pandemia: «Si en algún momento podemos demostrar para qué sirve la política, es este. Si no, es que no servimos para nada«. Creo que los periodistas tenemos que apuntarnos esta frase cambiando la política por el periodismo.
Ahora tenemos que demostrar que el periodismo no es un altavoz de los grupos políticos, sino un ente independiente al servicio de la ciudadanía con la misión de demostrar con datos qué es veraz y qué es un bulo. Si no somos capaces de demostrar eso, igual nosotros tampoco servimos de nada. Para eso que los partidos informen a través de sus redes sociales y dejamos de trabajar.
Ahora el periodismo debe ser ese cuarto poder que sirva de contrapeso del poder político en España (de un lado al otro del hemiciclo) . Que se informe al ciudadano ahora que se siente más perdido que nunca y que vive una «nueva normalidad» totalmente extraña y ajena.